Incertidumbre
A pesar de los constantes intentos del ser humano de controlar la realidad, el principio de incertidumbre se impone ante nosotros en este presente más que nunca. Estamos en un momento donde ha incrementado la consciencia de este término. No hay nada que podamos controlar, ni hacer, básicamente porque no sabemos nada, no tenemos ninguna certeza de cómo van a ser las cosas a partir de ahora y a lo único que la vida nos invita, es a asumir esta inseguridad con la mayor confianza posible.
Realmente y a nivel global, el cambio es lo único constante en la vida, debido a lo cual, aprender a vivir sin necesidad de controlar las cosas, nos puede ayudar en un futuro a restablecer nuestra forma de vida rígida y acelerada favoreciendo así, nuestra salud mental y volviendo a desarrollar la confianza que nos encamine a fluir con el ambiente y el constante cambio que implica su naturaleza.
Creo que una de las grandes lecciones que nos da este momento vital, es la comprensión de que necesitamos dejar de controlar la vida, a los demás y a nosotros mismos (ya sea mediante control mental, psicológico, emocional y/o físico) para pasar a vivir “ocupándonos sin preocuparnos”, y favorecer la libertad, ya que no tenemos ni idea de lo que viene después, y además está bien así…¿Por qué deberíamos saberlo?
Fuerza y adelante!
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