Prejuicios

Según el diccionario, un prejuicio es una opinión preconcebida, generalmente negativa, hacia algo o alguien.

Tod@s tenemos prejuicios, a día de hoy, no he conocido a nadie que no los tenga, a pesar de que en ocasiones algunas personas no sean conscientes de ellos o no los acepten. Lo importante es comprender que un uso disfuncional y excesivo del prejuicio tiene consecuencias nefastas a nivel relacional y social ya que favorece actitudes basadas en estereotipos o clichés (ideas o imágenes aceptadas como reales e inmutables por un grupo) que generan segregación e intolerancia social.

Debido a la naturaleza asociativa de nuestra mente, cuando percibimos un estímulo exterior, esta lo asocia indiscriminadamente con la información que ya incluía en relación al mismo. Es como sí dentro de nuestra cabeza tuviéramos una serie de compartimentos y en el momento que percibimos un estímulo en el exterior, lo incorporáramos incluyéndolo en la cajita que le corresponde y lo comparáramos con el material existente en ella, sí difiere, se da el prejuicio debido a la inseguridad que eso supone en nosotros. Esto como es obvio, la mente lo realiza debido a condicionamientos familiares, religiosos, culturales y/o contextuales, y por supuesto, también debido a experiencias desagradables o que han generado malestar en las personas dejando un poso de miedo.

Es de vital importancia ser conscientes de ellos, observarlos y tratar de neutralizarlos a nivel individual, ya que tal y como decía Einstein: “Es  más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio” y sin duda alguna, el hecho de ser capaces de distanciarnos de ellos y gestionarlos, nos ayuda paradójicamente, a acercarnos a los demás.

¿Tienes prejuicios? ¿Sobre qué y/o quién?.

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