Limites
Llega mucha gente a mi consulta interesándose por “como poner límites a sus hijos”. La teoría sobre este concepto y las pautas es sencilla, no obstante, el proceder no tanto ya que está sujeto a las propias características psico-emocionales (incluido el sentido común) de los adultos (padres, profesores y cuidadores significativos).
Lo principal a comprender es el concepto de LÍMITE en este contexto educativo. Un límite hace referencia a una frontera, un punto a partir del cual no es posible pasar. Para un niño, que nace con la mente en blanco (“tabula rasa”) sería como un marcador que le hace de referencia, una referencia a seguir para aprender a vivir de forma segura y funcional.
En segundo término, es importante volver a la idea de que somos los adultos los que primeramente debemos aprender a manejarnos con los límites, es decir, saber ponernoslos a nosotros mismos y ponérselos a los demás. Sí este hecho no se da, será muy difícil que los niños lo reciban ya que ellos aprenden por modelado, es decir, de lo que ven y no de lo que escuchan (lo cual no implica que no haya que decirles las cosas, eso sí, no es necesario repetirlas infinitamente, ya que la mayoría de las veces las han oído a la primera y sí, aunque fastidie, no quieren o no les interesa obedecer). Por lo tanto, se trata en primera instancia de ser modelos educativos que muestran con sus comportamiento y ejemplo lo que desean instaurar en sus hijos.
En tercer lugar, en cuanto a las pautas, es básico comprender la importancia de generar un ambiente educativo nutritivo que se centre en los tres principales aspectos que favorecen que los niños crezcan de forma sana a nivel psico-emocional, estos son: el amor, la seguridad y precisamente, los limites (referencias).
En cuarto y último lugar, de forma breve puntualizo unas pautas (solo una pequeña parte de un tema en el que nos podríamos extender mucho) para llevar a cabo el establecimiento de límites a los niñ@s:
-DIRECTIVIDAD, COHERENCIA Y CONSISTENCIA : Establecer unas normas claras y directas que estén en coherencia y consenso con los adultos que las establecen y mantenerlas de forma consistente durante el paso del tiempo, todos y cada uno de los implicados, de la forma más amorosa y flexible posible.
-Si se establece una norma, todas las personas que conviven la cumplen y en ningún caso hay excepciones, manteniéndolas a lo largo del tiempo. Importante por parte de los adultos tener un consenso con las normas a establecer (valorar y priorizar las que se consideran relevantes).
– Se ponen las normas una por una y con la mayor calma y cariño posible. Ir gestionando la palabra “no” (prohibición) para que las prohibiciones sean aceptadas poco a poco y el niño vaya comprendiendo la necesidad de la estructura (seguridad). La estructura es necesaria para que vivamos dentro de una seguridad, no obstante, ha de ser flexible, ya que una cosa es establecer límites y otra adoctrinar para que los niños hagan lo que nosotros consideramos. No les haremos ningún bien negándoles “todo” por que resultan molestos, ya que les restamos libertad de ser ellos mismos (y por lo tanto salud mental) y les generaremos tendencia a la rigidez (a la tensión y los comportamientos inflexibles).
*Nota: Creo de relevancia apuntar que TOD@S LOS PADRES Y MADRES lo hacen lo mejor que saben desde su nivel de conciencia, únicamente es una información que espero resulte útil y sirva de reflexión.




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