Dolor Vs Sufrimiento
Las emociones (el sentir) juegan un papel fundamental en la vida de los individuos, ya que mediante ellas, expresamos necesidades en relación a la realidad percibida, y muestran además, una función en este sentido de corte supervivencial, es decir, forman parte de un paquete preprogramado que ya traemos como especie.
Cuando las emociones se quedan bloqueadas, no se liberan o sienten, nuestra mente empieza a tratar de compensar esa sensación de tensión emocional y mental con dolor. Es un mecanismo en realidad que opera a nuestro favor, buscando restablecer el equilibrio interno, no obstante, se vive en muchas ocasiones como un gran malestar.
A nivel físico de la misma manera, el dolor tiene la función de “señal de alarma” que nos advierte, de que puede existir una lesión o situación de gravedad a la que atender en nuestro organismo para evitar o limitar posibles daños mayores.
Por lo tanto, el DOLOR, además de natural es inherente a la vida. Sin embargo, el SUFRIMIENTO es opcional, ya que una vez el dolor es sentido y liberado, nuevamente recuperamos el equilibrio necesario para volver a vivir de forma funcional. Esto último, siempre que decidamos no engancharnos a él. SUFRIR ES AFERRARSE AL DOLOR y nos hacemos adictos al dolor al no querer soltarlo; alimentándolo con la queja, el victimismo, el drama, el rencor, regocijarnos en él, y no queriendo perdonar y/o perdonarnos.
Todo esto fuera de una sensación de culpabilidad, ya que en ocasiones hacemos todo esto de forma inconsciente e involuntaria, sujetos a condicionamientos que no percibimos. No obstante, cuando la situación afecta a la persona en una o varias áreas de su vida, y/o es de difícil gestión, es recomendable acudir a un profesional.
¿Te aferras al dolor?¿A qué tipo de dolor?¿Lo amplificas?¿Qué situaciones de tu pasado no sueltas?¿Qué necesitas perdonarte?¿Te victimizas?¿Guardas rencor a alguien?




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