Elogio al diario vivir

Cada día corremos para llegar al fin de semana o a las próximas vacaciones, e impresiona lógico teniendo en cuenta el tipo de vida que llevamos, no obstante, la lectura profunda de este hecho se revela dura, cuanto menos ácida…

¿Queremos escapar de la cárcel vital que nosotros mismos hemos creado?. ¿En qué se han convertido las vacaciones?. ¿Es de verdad el trabajo, como acostumbramos a afirmar, el problema?.

Soy consciente de  que son muchas las ideas, sin embargo, es importante ir desgranando la realidad personal de cada uno, ya que además de fácil, es muy “goloso” el tratar de echar balones fuera en lugar de asumir la responsabilidad y buscar cambiar la situación desde y para un@ mism@. Resulta evidente el hecho de que no podemos cambiar lo que pasa fuera, pero sí podemos hacernos cargo y dejar la queja de lado.

Propongo realizar un “elogio al diario vivir” y asumir que quizá el quiz de la cuestión no este en anhelar y ensalzar tanto las vacaciones, sino en disfrutar y experienciar mas el día a día. Hemos olvidado algo obvio, que la vida son todos los días, y que además son muchos más en cantidad, por lo que nos interesa incrementar la calidad de los mismos para poder llegar a las vacaciones sin tanta necesidad de huida. Sé que habrá personas que al leer esto se retorcerán pensando: “esta no sabe lo que vivo yo…” o “sí lo único que hago es trabajar…”, y de verdad que entiendo que dependiendo del caso puede ser muy duro e utópico este planteo, no obstante, considero necesaria la reflexión, ya que el cansancio se recupera durmiendo, pero el hastío y la indefensión aprendida de no poder salir de “la rueda” va mermando el alma y eso, es acumulativo y difícil de recuperar.

Así que solo invito a reflexionar sobre invertir más tiempo, dinero o lo que sea necesario en crear vidas que se vivan todos los días, donde la satisfacción y la experiencia nos ayuden a no llegar a las vacaciones además de cansados, ahogados y desesperanzados.