Los valores

Cuando se habla de valores humanos, rápidamente relacionamos el concepto con los “valores morales” heredados por el entorno (familiar, cultural, religioso, social…). Sin embargo, los valores son personales e intransferibles y es necesario revisar los que consideramos como propios, para así verificar sí en realidad son eso, propios y/o adquiridos por el contexto, en cuyo caso, en ocasiones pueden ser incompatibles con la naturaleza de la persona.

Los valores no se eligen, es decir, no son esos constructos (honestidad, respeto,…) que nos encanta pensar que tenemos y nos rigen por ser honorables. Los valores (como dice la palabra, son lo que valoramos) son “un motor”, están dentro de nosotros y nos impulsan, nos motivan hacia determinados lugares para desarrollarlos y evolucionar. Los valores pueden ser de todo tipo (lealtad, respeto, dinero, amor, salud, estatus…).

Es importante comprender que es necesario realizar un trabajo interno para observar con honestidad cuales son las motivaciones profundas que nos mueven, para así poder detectar nuestros valores actuales reales, y poder trabajarlos, ya que los que generalmente nos contamos que son nuestros valores, en ocasiones son fruto de nuestra herencia y/o de la elaboración idealizada de nuestra mente. Necesitamos ir hacia adentro y buscar conocernos con ojos nuevos, sin esperar nada, simplemente se trata de observar las motivaciones e impulsos que emergen desde dentro de nosotros mismos, para ver la dirección que tienen y asumirlos, ya que estos son los motores que nos impulsan y dan sentido y valor a nuestra vida. Vivir a través de unos valores no propios, es una de las razones por las cuales personas que aparentan tenerlo todo, no son felices o se muestran insatisfechas, ya que no están conectadas con su verdadero sentido y están cuartando su evolución personal y capacidad de fluir con la vida.

¿Cuál/les es/son tu/s motivación/es profunda/s?¿Qué te impulsa en la vida?¿Cuales son tus valores reales y personales?