El Control
El controlar a través de la mente, es una de las estrategias más utilizadas por el humano en los momentos en los que la inseguridad vital le invade. Habitualmente adquiere forma de análisis, rumiación y escudriñamiento de los pensamientos, generando una estructura psicológica que cada vez cerca más el campo de movimiento espontáneo del individuo generando una limitación creciente.
Se trata de un mecanismo de defensa que ante la sensación de amenaza despliega una “falsa” sensación de seguridad que se termina automatizando y con la cual finalmente el individuo se identifica, es decir, cree que controlando existe mayor seguridad. Es obvio, que esto es una falacia de la mente, ya que pesar de que en ocasiones las cosas se parecen a lo que tenemos en la cabeza, la realidad es que no controlamos la mayor parte de los acontecimientos y avatares de la vida.
El exceso de control decanta en una estructura rígida e inflexible que no deja disfrutar de las cosas, genera insatisfacción, cansancio, ansiedad, y a nivel comportamental, bloqueo.
Es cierto que existen determinados patrones de personalidad que tienen mayor tendencia a controlar debido a sus rasgos (rigidez, perfeccionismo…), no obstante, a nivel situacional y teniendo en cuenta que todas las personas sufrimos cambios y amenazas a lo largo de la vida, en algún momento la mayor parte, lo ejercemos.
Lo importante es darse cuenta de que lo hacemos, observándonos y tratando de no identificarnos con ello, es decir, dándonos cuenta de que cuanto más analizamos y tratamos de crear un “puzzle” de nuestra realidad, no solo no solucionamos la mayor parte de las situaciones que se dan en ella, sino que nos vamos volviendo más contenidos y rígidos, corriendo el riesgo de “rompernos”. Se trata pues, de generar FLEXIBILIDAD apelando a la CONFIANZA interna.
¿Tiendes a controlar? ¿Por norma y/o en situaciones determinadas? ¿Cúal/es?




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