Heridas emocionales
Tod@s portamos «heridas emocionales» invisibles, muchas veces desde la más tierna infancia.
De la misma forma que cuando tenemos una herida física la cuidamos para que sane y cicatrice, es importante el hacernos cargo de las heridas emocionales, que por no ser vistas, en ocasiones tendemos a tapar con mil apósitos que olvidamos que llevamos y que se van pudriendo, aislando e infectando cada vez más la herida.
Además de natural, es común que las situaciones y estímulos exteriores nos afecten, no obstante, es importante comprender que cuando una situación o persona genera un efecto emocional desorbitado y/o una reacción desproporcionada en nosotr@s, lo más probable es que haya tocado una “herida emocional”.
Las heridas pueden ser diversas, sin embargo, la literatura al respecto se centra principalmente en cinco: abandono, rechazo, humillación, injusticia y traición.
Recomendación bibliográfica:
“Las cinco heridas que impiden ser uno mismo”. Lisa Bourbeau.




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