Mecanismos de defensa (III): Represión
La represión o supresión emocional es un mecanismo de defensa (inconsciente en la mayor parte de los casos) que elimina, rechaza o borra de la conciencia pensamientos, sentimientos, impulsos, deseos, acciones y/o eventos considerados dolorosos, vergonzosos y/o inaceptables (por el individuo).
Por lo tanto, la represión tiene la función de mantener fuera de la conciencia los estímulos internos y externos inaceptables para que el individuo pueda gestionar el dolor y malestar equilibradamente (los reduce y/o elimina). No obstante, este mecanismo tiene su costo si se emplea en exceso, ya que requiere gran cantidad de energía para mantener los eventos rechazados a nivel inconsciente y puede dar lugar a somatizaciones, como apuntaba Freud en sus escritos.
El material reprimido no desaparece, se mantiene en el inconsciente y se manifiesta de diferentes formas: en el sueño (simbólicamente), mediante “actos fallidos” (acciones concretas que realizamos sin querer en el día a día), mediante “lapsus linguae” (errores involuntarios al hablar), “lapsus calami” (errores involuntarios al escribir) y/o actos neuróticos (absurdos).
Ejemplos de represión:
-Una persona adulta que ha sido abusada en la infancia y que ha reprimido el episodio de abuso. Está viendo una película en la que aparece una escena de abuso en la vida adulta y aflora el material o recuerdo a su conciencia.
-Situaciones en las que el aburrimiento nos hace sentir mal y lo cubrimos con actividades como comer, actividades placenteras…
-Un niño que odia la música. No recuerda un episodio donde la maestra de música le agredió.
Observación:
¿Reprimes emociones, sentimientos, recuerdos, situaciones que consideras dolorosas y/o inaceptables?¿Observas tus “errores” al hablar, escribir, actuar?¿Observas el contenido de tus sueños y el impacto o sentimiento que generan en ti al despertar?




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