«No puedo»

Cuando existe un dolor (ya sea físico, psíquico y/o emocional) que incapacita realmente, simplemente es incompatible y por ende, imposible el llevar a cabo una vida funcional o “normal” (como estamos acostumbrados a decir). No obstante, la expresión “no puedo…”, es una expresión muy común y manida en nuestra sociedad para expresar cualquier tipo de excusa y/o queja que nos exima de realizar cualquier tipo de acción de la que no queremos hacernos cargo.

Cuando una dolencia es real, simplemente es incompatible la realización de cualquier actividad, es decir, “cuando no se puede, no se puede” y final de la cuestión. En estos casos, lo principal es comprender que necesitamos aceptar la situación de dolor (del tipo que sea) y llevar a cabo los cambios de vida pertinentes y requeridos para cada caso (descanso, cambios de ritmo, relajación, nutrición, tratamientos…) asumiendo el cambio de la forma más adaptable posible.

Es importante empezar a discernir las quejas o faltas de actitud derivadas de un sentimiento de incapacidad injustificado (falta de autoestima y/o de ganas frente a la tarea o acción), de las verdaderas disfuncionalidades (dolores, malestares…) que nos condicionan a nivel vital de una forma real. Señoras y señores, es momento de dejar de decir «no puedo» cuando queremos decir «no quiero», es mucho más honesto, claro y resolutivo. Luego, que cada cual actúe como decida.

La pregunta sería…

¿Cuándo me digo que no puedo, me estoy quejando debido a mi falta de confianza y/o desgana, o en realidad estoy incapacitad@?

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