La duda

La duda es indecisión, indeterminación o vacilación con respecto a una decisión y/o juicio. Cuando hay duda, no hay certeza, debido a ello, la duda provoca incertidumbre y falta de confianza en la situación, hecho o decisión en cuestión.

Desde mi punto de vista, y en relación a su afectación a nivel psicológico, la duda puede ser de dos tipos diferentes y bien diferenciados:

1-La “duda insegura” (la que parte del miedo).

2-La “duda reflexiva”, que parte de la necesidad de curiosidad, evolución y aprendizaje. Aquí podríamos incluir la “duda existencial” (dudas con respecto a nuestra consciencia o esencia).

Como es obvio, la primera, nos conducirá a una sensación de bloqueo sí demoramos mucho la toma de decisión a nivel mental (y de acción), o se convertirá en una situación «de impasse» (sin salida), ya que cuanto más la reforcemos sin darle salida, incrementará el miedo que la genera. Por tanto, es una duda disfuncional, ya que genera inseguridad y malestar.

La segunda, es un tipo de duda que potencia el crecimiento interno de la persona, haciéndole ver, todas las opciones que tiene e incluso aceptar, que son muchísimas más las que no conoce y permitiendole “explorar” el gran potencial de conocimiento del que disponemos los seres humanos. Este tipo de duda es funcional, ya que genera aprendizaje, conocimiento, crecimiento y disfrute.

¿Dudas? ¿De qué? ¿En qué situaciones?¿Desde dónde (inseguridad o curiosidad)?

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